Fernando Sancho: El gran maestro del arte lobense La ciudad de Lobos se ha consolidado como un núcleo de producción artística prolifera, y uno de los pilares fundamentales de este desarrollo ha sido el legado de Fernando Sancho. Este año, celebramos con orgullo los 35 años de trayectoria ininterrumpida de su taller, un espacio que ha sido semillero de creatividad y aprendizaje para generaciones de artistas locales. En esta ocasión, rendimos homenaje a este gran maestro con una selección de obras que representan momentos significativos en su carrera, marcada por la producción de más de 1500 piezas. Estas creaciones, imbuidas de sensibilidad y maestría, no solo han enriquecido el patrimonio artístico de la región, sino que también han dejado una huella profunda en quienes han tenido el privilegio de contemplarlas. Además Fernando Sancho ha dedicado su vida a la enseñanza del arte, cultivando talento y transmitiendo una pasión que trasciende generaciones. Su contribución ha sido fundamental para construir una identidad cultural que distingue a Lobos. Hoy celebramos no solo su obra, sino también su invaluable labor como formador y referente cultural, agradeciendo las huellas imborrables que ha dejado en nuestra comunidad. En palabras de “Se ha abierto al público la muestra de un artista genial. Fernando Sancho, ofrece sus obras, las que impresionan por su realismo, por ahondar en la verdad del alma humana. Después de estudiar con ojos sensibles estos rostros jóvenes o viejos, fue necesario crearles un espacio, que entre las cuatro líneas del marco, fingiera una realidad auténtica, para que el espectador crea transitar alrededor de sus figuras y pueda palpar sus rasgos más sobresalientes. En sus obras la luminosidad es alucinadora de tan real. En los ropajes y atavíos, se percibe una irrealidad de joyas exóticas, profundas y sombrías en algunas, transparentes y flotantes en otras. Las obras resultan sensibles transposiciones de una realidad a la que la figura ha proporcionado, sus líneas, sus rasgos y sus formas. Las técnicas y los materiales más recientes no olvidan al espectador, lo solicitan, lo atraen, le hacen entender que, con sus ojos, con su verdad cotidiana, simple y compleja a la vez, pero siempre rescatable para el que sabe ver y sentir. Algo inusitado para Lobos, un pueblo que también ha crecido hasta dar de sí un artista singular”. “Se ha abierto al público la muestra de un artista genial. Fernando Sancho, ofrece sus obras, las que impresionan por su realismo, por ahondar en la verdad del alma humana. Después de estudiar con ojos sensibles estos rostros jóvenes o viejos, fue necesario crearles un espacio, que entre las cuatro líneas del marco, fingiera una realidad auténtica, para que el espectador crea transitar alrededor de sus figuras y pueda palpar sus rasgos más sobresalientes. En sus obras la luminosidad es alucinadora de tan real. En los ropajes y atavíos, se percibe una irrealidad de joyas exóticas, profundas y sombrías en algunas, transparentes y flotantes en otras. Las obras resultan sensibles transposiciones de una realidad a la que la figura ha proporcionado, sus líneas, sus rasgos y sus formas. Las técnicas y los materiales más recientes no olvidan al espectador, lo solicitan, lo atraen, le hacen entender que, con sus ojos, con su verdad cotidiana, simple y compleja a la vez, pero siempre rescatable para el que sabe ver y sentir. Algo inusitado para Lobos, un pueblo que también ha crecido hasta dar de sí un artista singular”. Lobos, 2021.